Netanyahu de vacaciones en el Golán
Yasser Arafat promete que la policía palestina se empleará a fondo para encontrar al asesino del rabino, pero advierte que la parálisis del proceso de paz provoca ya una acumulación de demasiadas frustraciones entre los palestinos
Una bomba colocada por Hezbollah mata a dos soldados israelíes tras varios días de espiral bélica en el sur de LíbanoEl asesinato de un rabino tensa de nuevo el ambiente en Hebrón
Netanyahu acorta sus vacaciones para afrontar un agosto "caliente"
JERUSALÉN. (Agencias.) -- El asesinato de un rabino en Hebrón a manos palestinas --el tercer israelí muerto violentamente este agosto en Cisjordania-- y la muerte de dos soldados en la franja del sur de Líbano a manos de Hezbollah ha vuelto a elevar la temperatura en la región y provocó ayer el retorno inmediato a Jerusalén del primer ministro hebreo, Beniamin Netanyahu, desde sus vacaciones en el norte del país.
"Es duro estar de vacaciones cuando ocurren estas cosas", manifestó el portavoz de Netanyahu, Aviv Bushinsky, al informar sobre el regreso del primer ministro, presionado ayer por los "halcones" para que corte sus relaciones con Yasser Arafat, cancele los acuerdos de Hebrón y expanda los asentamientos judíos en la ciudad.
El rabino, Sholomo Raanan, de 63 años, fue asesinado el jueves por la noche cuando se preparaba para dormir en el interior de la caravana en la que vivía desde hace seis años. Un palestino entró por la ventana y le asestó varias puñaladas. El agresor se acercó después a su mujer y trató de acuchillarla, pero el rabino, herido, le siguió e intentó impedirlo. El terrorista volvió a apuñalar en el pecho de Raanan, nieto del primer Gran Rabino de Israel, y después lanzó una bomba incendiaria dentro del vehículo vivienda.
Ayer, pequeños grupos de colonos judíos y palestinos se manifestaron por Hebrón con la intención de agredir con piedras y botellas a la parte contraria. Tanto la policía palestina como el ejército israelí actuaron indistintamente para contener a los grupos de exaltados.
En el centro de Hebrón viven unos 400 judíos rodeados de una población de 100.000 palestinos. La ciudad, santa tanto para los judíos como para los musulmanes por albergar la tumba de Abraham, fue dividida en dos sectores en el tratado de paz no definitivo firmado el año pasado.
Tras el asesinato, el ejército hebreo declaró el toque de queda en el 20 % de Hebrón que está bajo control israelí, confinando en sus casas a los 20.000 palestinos que allí viven. Todas las entradas a la ciudad fueron selladas. El portavoz de Netanyahu aseguró que Yasser Arafat, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), se ha comprometido a movilizar a la policía palestina para dar con el asesino del rabino. Pero no han faltado las críticas a Netanyahu por parte palestina. Uno de los asesores de Arafat, Marwan Kanafani, tras reafirmar que la ANP cumplirá con sus obligaciones y buscará al asesino, afirmó ayer que "nosotros ya habíamos advertido que la tensión y las fricciones se estaban incrementando. Es triste la pérdida de vidas de ambas partes", y, refiriéndose a la política de asentamientos, acusó a Israel de utilizar seres humanos para "aplicar sus teorías políticas". De hecho, los líderes palestinos llevan ya tiempo advirtiendo de que la frustración se va acumulando entre su pueblo por el hecho de que el proceso de paz lleva ya un año y medio paralizado.
En el frente norte, dos israelíes, un soldado y un civil, murieron la madrugada de ayer al estallar una bomba colocada por guerrilleros libaneses de Hezbollah cerca de un cuartel militar de la zona que Israel ocupa en el sur del Líbano, informaron fuentes militares.
Los fallecidos son Amos Jalsa, de 29 años, que trabajaba para el ejército, y el soldado Moshe Biton, de 20 años. Ambos murieron cuando estalló una carga explosiva al paso del vehículo en el que viajaban por las inmediaciones de Beaufort, al este de la franja de unos mil kilómetros cuadrados que Israel ocupa en el sur del Líbano.
Pocas horas después de la explosión de la bomba, un comando guerrillero lanzó otro ataque con granadas a la misma posición, aunque no se produjeron víctimas ni daños materiales, según el Ejército israelí.
Poco después de la muerte de los dos israelíes, dos aviones de combate hebreos lanzaron cuatro misiles aire tierra contra posiciones de la guerrilla chiita en las sierras de Sojod y Mlita, situadas junto a la "franja de seguridad" israelí, según informaron las autoridades libanesas. Las tropas israelíes también bombardearon posiciones de Hezbollah desde tierra. Fue el quinto bombardeo lanzado por la aviación israelí desde principios de esta semana, en la que se han intensificado los enfrentamientos entre el Ejército israelí y los guerrilleros de Hezbollah, y que han costado ya la vida a tres israelíes.
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