Sistema político de la República Democrática
del Congo (RDC)

Nota: Se hace referencia al Zaire y a la República Democrática del Congo aludiendo al mismo país. El cambio de normas está en función del cambio político que se produce con la ascensión al poder de los dignatarios Mobutu (que en 1970 renombra a la República Democrática del Congo como República del Zaire) y Kabila (que en mayo de 1997 vuelve a renombrar a la República del Zaire como República Democrática del Congo). En función de las fechas en les que se desarrollan los hechos nos referiremos a uno u otro de los nombres (entre 1970 y 17 de mayo de 1997 nos referiremos al país como República del Zaire y a partir del 17 de mayo de 1997 como RD Congo).

| Volver índice Sistema Político | Volver índice Datos |


 

LOS ANTECEDENTES DEL SISTEMA POLÍTICO ACTUAL

    1. La era de Mobutu (1965-1997)

1.1. Caracterización del sistema político (1960-1997)
   1.1.1. La Primera República (1960-1965) y Mobutu
   1.1.2. La Segunda República
   1.1.3. 1990: El inicio de la transición democrática?
       1.1.3.1. Génesis y dificultades de la Conferencia Nacional
        1.1.3.2. Desarrollo de la Conferencia Nacional
        1.1.3.3. Reacciones de Mobutu frente al inicio de una «transición Democrática» en el Zaire
   1.1.4. El último año del régimen: la descomposición del poder de Mobutu

1.2. Historia constitucional
   1.2.1. Primera República
   1.2.2. Segunda Repúblicas
   1.2.3. Conferencia Nacional Soberana
   1.2.4. Normas constitucionales bajo el gobierno de Kabila

| Inicio página | Volver índice Sistema Político Grandes Lagos| Volver índice Datos |

LOS ANTECEDENTES DEL SISTEMA POLÍTICO ACTUAL EN LA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO

1. La era de Mobutu (1965-1997)

1.1. Caracterización del sistema político (1960-1997)
1.1.1. La Primera República (1960-1965) i Mobutu

El 30 de junio de 1960 el Congo consigue formalmente la independencia política de Bélgica. Este proceso se enmarca en un contexto caracterizado por el fenómeno de la descolonización, que se llevó a cabo durante la década de los sesenta en todo el continente africano.

Con la llegada de la independencia se proclamó la Primera República (1960-1965), que se caracterizó por las constantes luchas por el poder y por las profundas contradicciones dentro de la misma clase política congoleña, que finalmente derivaron en una situación de guerra civil. Las confrontaciones políticas más importantes que se detectaban en estos primeros años de la independencia giraban, por un lado, en torno a la lucha entre federalistas y unitarias y, por otro lado, en torno a las confrontaciones entre partidarios de las potencias occidentales y partidarios de la URSS. Esta última línea de confrontación se materializó, bien pronto, en las disputas existentes entre el presidente del país, Joseph Kasavubu (de tendencias prooccidentales) y Patrice Lumumba, primer ministro congoleño entre junio y septiembre de 1960, de tendencias izquierdistas.

Por su lado, junto con estas fracturas dentro de la clase política también se ha de señalar lo que será una constante a lo largo de la historia del país: la existencia de intentos separatistas procedentes de diversos territorios del país. Especial atención merecen los intentos separatistas de Katanga (importante región minera, también conocida como Shaba) y de Kasai, que han tenido continuación en el tiempo y han marcado, hasta cierto punto, la política estatal.

Por otro lado, un actor importante dentro del desarrollo político, económico y social del país aparecerá con fuerza poco tiempo después de conseguida la independencia: se trata de Mobutu. La primera intervención militar de Mobutu en las estructuras de poder congoleñas tuvo lugar en septiembre de 1960. Esta intervención se produjo relativamente pronto (tres meses después de declararse la independencia del país). En un contexto de guerra civil y con una clase política fraccionada, con disensiones cada vez más evidentes entre Kasavubu y Lumumba (que acabaron destituyéndose mutuamente) e intentos secesionistas importantes, Mobutu —entonces coronel— tomó el poder. Durante el golpe de estado (que recibió el apoyo activo de los Estados Unidos), Mobutu, entre otras medidas, prohibió los partidos políticos e impuso un gobierno colegiado, que duró seis meses —entre septiembre de 1960 y febrero de 1961—.

En febrero de 1961, Mobutu devolvió el gobierno al anterior presidente, Joseph Kasavubu, reconocido por las Naciones Unidas como el presidente legítimo del país. A pesar de todo, Mobutu continuaba cerca del poder gracias a su influencia en el Ejército, y a través de la influencia de su grupo de presión sobre el Gobierno civil congoleño.

.

1.1.2. La Segunda República

El 24 de noviembre de 1965, Mobutu llevará a cabo un segundo golpe de estado. Con este golpe de estado Mobutu se situará al frente del gobierno congoleño, en el cual se quedará 32 años. La justificación del golpe de estado de Mobutu se basó en un argumento bien común a la dinámica de los golpes de Estado: la eliminación del caos, el desorden, la negligencia y la incompetencia del Gobierno antecesor. Este segundo golpe de estado implicará la adopción, por parte de Mobutu, de una política encaminada a su consolidación en el poder. Esta política se caracterizará por la eliminación sistemática de cualquier oposición ya sea esta personificada en líderes nacionalistas, progresistas (comunistas) o secesionistas o materializada en movimientos sociales.

Esta segunda intervención militar de Mobutu en el sistema político congoleño recibió, otro golpe, el apoyo de los Estados Unidos. Los Estados Unidos y los estados occidentales europeos, en plena Guerra Fría, le asignaron a Mobutu el papel de gendarme de la África Central y defensor del bastión anticomunista de la zona. Papel que Mobutu cumplió con el apoyo (militar y diplomático) norteamericano, francés, ... hasta el principio de la década de los noventa.

Con el golpe de estado de 1965, Mobutu inaugurará un periodo político que se conoce como Segunda República. Este periodo estará marcado por la eliminación de las instituciones políticas creadas por la Primera República y por el inicio de un proceso de concentración total del poder en su persona. El proceso de concentración del poder tendrá como punto de origen el día del golpe de estado. El 24 de noviembre de 1965, Mobutu asume las funciones de presidente del Gobierno por un periodo de 5 años (que se extendió finalmente a un periodo de 32 años). En marzo de 1966, Mobutu asumió también el poder legislativo. Al mismo tiempo, en este año se inició un proceso de reorganización de las provincias del país que tenía como objetivo la centralización territorial del Congo. Entre julio y septiembre de 1966, el proceso de concentración de poderes se aceleró y Mobutu asumió las funciones de primer ministro. En 1967, se crea el Movimiento Popular para la Revolución —Mouvement Populaire pour la Révolution (MPR)—, el partido del cual fue fundador y presidente Mobutu y que se convertirá en partido estado y monopolizador de la voz de la población zaireña.

De esta manera, y con el control de las revueltas secesionistas y el dominio sobre el ejército, Mobutu articula tanto política como social y económicamente una estructura de dominación y de control que impedirá la participación de la población principalmente en los asientos políticos y en los asuntos económicos. A su vez, Mobutu potenciará y restringirá el acceso al Estado (y más en concreto a los recursos económicos y privilegios diversos que acompañan este acceso) a un grupo de personas afines, normalmente vinculadas con él peor parentesco o por su étnia. También conseguirá imponer un importante grado de control social y político mediante el uso indiscriminado y arbitrario de las fuerzas de seguridad del Estado y la imposición del partido estado (MPR). La estructura clientelar creada por Mobutu mantendrá alejada a la mayoría de la población de los beneficios extraídos de la explotación de los recursos naturales del país.

El control absoluto sobre el poder político, el culto a la personalidad (que se inició a partir de 1970), la articulación de un estado (especialmente en su vertiente económica y represiva) en función de las necesidades del jefe de Estado y su «corte» y el apoyo internacional a un régimen que se percibía como el policia occidental del África subsahariana, son características que definen al régimen de Mobutu. Pero a pesar de la represión existente, durante el régimen mobutista sucedieron constantemente movimientos antimobutistas, ya sean de tipo secesionista como relacionados con el rechazo al estado construido por Mobutu, en la corrupción imperante, etc.

En términos generales, se puede decir que el Estado zaireño durante todo el mandato de Mobutu fue un estado ausente, que nomás actuaba para reprimir violentamente a los movimientos de población disconformes y las actividades sociales o políticas consideradas como contramobutistas. Esta tendencia a la inexistencia del estado, junto con el carácter represivo de las diferentes fuerzas de seguridad serán características que marcarán, en el ámbito social y político, todo el periodo mobutista.

El mantenimiento en el poder de Mobutu se puede atribuir principalmente a causas de ámbito externo (apoyo internacional al régimen dictatorial) por parte de pases occidentales durante la Guerra Fría), pero también a cuestiones de ámbito interno. A continuación expondremos brevemente los pilares en los cuales Mobutu se apoyó para mantenerse al frente del Gobierno de Zaire.

EN EL ÁMBITO INTERNO:

Ferrán Iniesta señala como factor interno importante en el mantenimiento en el poder de Mobutu, junto con la represión ejercida por los cuerpos armados mobutistas, la existencia de «procesos autónomos de buen número de zonas poco o nada estratégicas», que contribuyen a la estabilidad del Gobierno mobutista desde 1965 hasta 1997 y que dotaban de cierto contenido a la definición de Estado, descrito por las autoridades zaireñas como unitario y descentralizado. A pesar de todo, la descentralización se ha de matizar en la medida que afectaría zonas poco importantes del país y debido a la tendencia hacia la centralización del poder en la figura de Mobutu.

EN EL ÁMBITO EXTERNO: La permanencia de Mobutu en el poder fue consecuencia directa del apoyo internacional que recibió su régimen, y que se materializó en dos aspectos. Por una parte, en forma de ayudas militares y económicas internacionales, sobre todo de los Estados Unidos. Y, por otra parte, en forma de intervenciones militares. El hecho que desde el exterior se contribuya al mantenimiento de Mobutu en el poder, a pesar de las denuncias de constantes violaciones de derechos humanos de las que se tenía constancia, se enmarca en el contexto de la Guerra Fría que se vivía tanto desde el punto de vista mundial como africano, y que convirtió a Mobutu en un aliado de Occidente. Asimismo, también se han de tener en cuenta los intereses neocoloniales existentes, especialmente los intereses norteamericanos, franceses y belga, que estaban en relación directa con la explotación de las riquezas minerales del país.

1.1.3. 1990: El inicio de la transición Democrática?

1.1.3.1. Génesis y dificultades de la Conferencia Nacional

Desde 1965 hasta 1990, el poder de Mobutu se había mantenido básicamente gracias a la intervención exterior, gracias a la contundencia de la acción represiva llevada a cabo por los diferentes organismos de seguridad creados por el dictador y gracias al sistema de reparto de poder articulado por el mismo Mobutu que favoreció la corrupción, el clientelismo y el nepotismo.

La caída del muro de Berlín en 1989, y de forma más evidente la disolución de la URSS en 1991, inició una nueva etapa en las relaciones internacionales caracterizada por la desaparición del conflicto Estados Unidos – URSS en el ámbito mundial y, por tanto, por la tendencia a la desaparición de determinados regímenes que se habían mantenido gracias al apoyo de alguna de las grandes superpotencias. En el caso de África, el contencioso Estados Unidos – URSS será substitudo por otro contencioso: el que enfrentará a los Estados Unidos, Francia y los actores locales (países con posibilidades o ambición de convertirse en potencias regionales) por el control de zonas de influencia al continente. Una de las zonas por las cuales más se luchará será el Congo siguiendo, como dice Mbuyi Kabunda, «una vieja tradición según la cual "quien controla el Congo controla África, y que controla África controla Europa"». Frente a esta situación internacional de confrontación situada en un nuevo escenario político y económico en el cual dominan los intereses neocoloniales, y con un clima social y político interno caracterizado por la insatisfacción y el cansancio de 25 años de gobierno dictatorial, Mobutu se posiciona en enero de 1990.

En enero de 1990 sorprendió el Zaire con el anuncio de Mobutu de realizar «consultas populares». Parece que esta decisión de Mobutu fue espolada por la insegura posición internacional del régimen, por las presiones internacionales para favorecer la ‘democratización’ del país y por la redacción de numerosos escritos contra el régimen mobutista, que denunciaban la situación social (muy precaria), política (caracterizada por el autoritarismo mobutista y el clientelismo) y económica (corrupción y espoliación de los recursos naturales) existente en el país.

Estos escritos eran una representación clara del clima de descontento que se vivia en el Zaire y de la presión que los grupos de oposición estaban ejerciendo sobre Mobutu. Así, en abril de 1990 Mobutu anuncia, entre otras medidas, la supresión del Movimiento Popular por la Revolución (MPR) como partido estado, la instauración del tripartidismo (que en octubre de 1990 se extenderá a la legalización total de los partidos políticos) y la adopción de una nueva Constitución que, en principio, había de entrar en vigor antes de 1991 y que no se adoptó nunca.

A principios de mayo de 1990, los partidos de oposición legalizados y otros actores de la sociedad civil zaireña pidieron la realización de una Conferencia Nacional, petición que se llevará a plantear a lo largo de 1990 y 1991. Tratando de ignorar las protestas de la oposición y enmedio de un clima político y social muy tenso, casi explosivo, Mobutu vuelve a intentar enmarcar el proceso político en su terreno y en marzo de 1991 trata de llevar a cabo una conferencia constitucional que no se realizó.

Finalmente, en abril de 1991, Mobutu firmó dos decretos leyes presidenciales por los cuales creaba y convocaba una Conferencia Nacional en la cual participarían miembros de partidos políticos, instituciones públicas y sociedad civil. Con todo esto, Mobutu intentó hasta el último momento evitar la formación de la Conferencia, incluso ofreciéndole a Étiene Tshisekedi (líder del partido opositor UDPS ) la posibilidad de formar un gobierno de unión nacional. Tshisekedi se negó a aceptar esta propuesta, que podía haber consolidado en el poder Mobutu. De esta manera, continuó con el proceso de puesta en marcha de la Conferencia Nacional.

1.1.3.2. Desarrollo de la Conferencia Nacional

Finalmente, en un contexto económico muy deteriorado (la inflación crecía alrededor del 50 % cada mes) y con la agudización de la tensión política y social se inauguró, en agosto de 1991, la Conferencia Nacional.

Tal como se recopila en el informe del relator especial en la Comisión de Derechos Humanos de 1994 las funciones de la Conferencia girarían en torno a la preparación de una auténtica transición Democrática: «la Conferencia, [...], se convertiría en autoridad legislativa y redactaría una nueva Constitución, prepararía las leyes electorales, las de los partidos políticos y medios de comunicación, y también las de la nacionalidad. Se encargaría también de organizar los poderes durante la transición y de regular el estatuto de las fuerzas armadas». En una situación represiva en todos los sentidos, la realización de una Conferencia Nacional orientada a la realización de una transición Democrática creó grandes expectativas y esperanzas en toda la población zaireña.

Teóricamente, la Conferencia implicaba un cambio importante en la organización del poder mobutista, incluso, podía implicar la substitución al frente del gobierno del país de Mobutu por un líder de la oposición. pero el desarrollo de las funciones de la Conferencia se vió constantmente interrumpido por la situación de represión y violencia que se vivía en el país, por las mismas maniobras políticas de Mobutu y sus seguidores, así como por el funcionamiento irregular (tanto en el tiempo como en las formas) de la Conferencia.

A estas dificultades se le han de agregar la retirada de la Conferencia de algunos actores tan importantes como la Iglesia católica y la aparición de disensiones internas entre los partidos de la oposición (más de un centenar) organizados en una plataforma política conocida como Union Sacrée. Asimismo, los partidarios de Mobutu frente a la creación de dos comisiones encargadas de investigar asesinatos y violacions de los derechos humanos, así como corrupción y malversación de fondos trataron de interrumpir y acabar con los trabajos de la Conferencia. Una Conferencia que nunca fue bien vista por Mobutu y que trató de boicotear desde su inicio.

Finalmente, el 4 de agosto de 1992 la Conferencia Nacional Soberana (CNS) —la Conferencia Nacional se autodenominó soberana el 18 de abril de 1992— estableció un nuevo orden institucional de transición en aprobar un «Acta llevando disposiciones constitucionales relativas al periodo de transición» que organizaba la estructura institucional y determinaba las obligaciones y atribuciones del presidente, del primer ministro, del Alto Consejo de la República y de los tribunales.

El 14 de agosto del mismo año, la CNS llamó a Étiene Tshisekedi opositor mobutista, primer ministro del país. En diciembre de 1992, la CNS ya había preparado un calendario electoral en el que se preveían elecciones generales por las que se eligiría tanto al presidente del país como del Parlamento. Hasta que no se eligiera al Parlamento, la CNS creó un órgano legislativo provisional denominado Alto Consejo de la República (que substituiría la CNS después que ésta se disolviese). Las disensiones entre Mobutu y el Alto Consejo de la República van ferse cada cop más profundes. Mobutu, encara exercint como president de la República, no reconocía al poder de Tshisekedi como primer ministro, que, por su lado, recibía el apoyo de este órgano legislativo en el cual Mobutu no tenía mayoría y, por tanto, no podía controlar fácilmente.

En el ámbito internacional, Mobutu se vio presionado por Bélgica, los Estados Unidos y Francia que trataban de influir sobre él con tal que cediera sus poderes al gobierno legitimado por la CNS. Estos países apoyaron explícitamente a la Conferencia Nacional Soberana. Frente a esta situación internacional, de los diferentes y graves disturbios internos y de la confrontación entre poderes y élites políticas, Mobutu tomó la decisión de crear, en marzo de 1993 y por iniciativa propia, una Conferencia Nacional en la que se reunirían sus partidarios.

1.1.3.3. Reacciones de Mobutu frente al inicio de una «transición Democrática» en el Zaire

Mobutu manifestó desde un principio su oposición a favorecer un posible proceso de transición que se preveía que se pondría en marcha con las tareas iniciadas por la Conferencia Nacional. Les disensiones entre Mobutu y la Conferencia Nacional Soberana hicieron que éste convocara, en marzo de 1993, unilateralmente, una Conferencia nacional a la que asisitieron sus partidarios. De esta nueva Conferencia (que no tenía ninguna legitimidad y qu einvalidaron, también unilateralmente, las decisiones y resoluciones de la Conferencia Nacional Soberana estableció u nuevo orden institucional de transición (2 de abril de 1993). En este nuevo orden institucional, Mobutu estaba al frente del gobierno, como presidente de la República, y el primer ministro era un miembro de las fuerzas mobutistas.

Como respuesta a esta acción, Tshisekedi creó por decreto su propio gobierno. De esta manera, en 1993 había en el Zaire dos gobiernos: uno con poder real, pero ilegítimo (el de Mobutu, que contaba con el apoyo del ejército y otros cuerpos de seguridad) y otro sin poder real, pero legítimo (el de la Conferencia Nacional Soberana al frente del cual estaba Étiene Tshisekedi).

Frente a este panorama político extraordinariamente conflictivo, se llegó a un acuerdo entre la Conferencia Nacional Soberana (CNS) y la Conferencia Nacional de Mobutu por el cualse consiguió un Protocolo de acuerdo entre las fuerzas enfrentadas (promobutistas y fuerzas de la oposición —excepto la UDPS de E. Tshisekedi—). Este acuerdo dio lugar al Acte Constitutionelle de la Transition (abril de 1994) que el gobierno de Mobutu reconoció como texto constitucional, y que regulaba y designaba las autoridades e institucions de la transición. Esta acta estableció una división política en «familias», de manera que se diferenciaba entre la «familia del presidente» y la «familia de la oposición». La «família del presidente» recuperó la mayoría parlamentaria, ya que salió reforzada en considerar el Protocolo, la fusión del Alto Consejo de la República (Parlamento de Transición) —salido de la Conferencia Nacional Soberana— con el antiguo Consejo Nacional Legislativo —órgano proveniente de la estructura de poder mobutista y formado por personas afines a Mobutu. De esta manera se formó un nuevo organismo legislativo: el Alto Consejo de la República – Parlamento de Transición, que contaba con 740 miembros, de los cuales 453 habían surgido del Alto Consejo de la Nación (que entonces contaba con una oposición muy dividida).

La característica más importante que se derivó del acuerdo de transición fue el establecimiento de una cláusula por la cual el órgano ejecutivo estaba dividido en dos ramas: Presidencia (que ocupó el mismo Mobutu) y gobierno. El presidente era el comandante en jefe de les fuerzas armadas y el que ejercía el poder de facto, de hecho al informe de 1996 del relator especial en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, se decía que «el poder real aún reside ilimitadamente en el president Mobutu Sese Seko [...], básicamente su control discrecional sobre las Fuerzas Armadas Zaireñas (FAZ), servicios de seguridad y policía».

Una de las previsiones derivadas de los acuerdos entre las familias políticas zaireñas preveía la elección popular del presidente del país, pero Mobutu se a mantener al frente de esta institución hasta las elecciones presidenciales (que no se llegaron a convocar nunca). El gobierno estaba encabezado por el primer ministro, que era nombrado por el presidente (por Mobutu) en función de las proposiciones realizadas por el Alto Consejo de la República – Parlamento de Transición (dominado por la familia del presidente).

Por otro lado, una de las problemáticas más importantes en el Zaire, la cuestión de la nacionalidad de las personas de origen ruandés en la zona del Kivu empeoró en la medida que se potenció un fuerte sentimiento antiruandés entre la clase política. Las posiciones antiruandesas eran comunes a altos cargos del nuevo organismo legislativo y de aquí que se adoptasen decisiones como «la repatriación, sin términos ni condiciones, de todos los refugiados e inmigrantes ruendeses y burundeses» y el «reasentamiento de los zaireños desplazados en sus respectivas tierras en zonas rurales de Nyirangongo, Masisi, ...». De esta manera, se contribuyó desde las mismas instituciones (que habían de orientar su actuación hacia una democratización del país) a la instigación de la violencia y a la multiplicación de los enfrentamientos interétnicos que causaron de muertos y grandes movimientos de población.

Lentamente, Mobutu acabó consolidando su poder gracias al apoyo que recibía de el ejército. Asimismo, las discrepancias generadas dentro de los grupos de la oposición posibilitó un amplio margen de acción de Mobutu que, finalmente, consiguió que Kengo Wa Dondo fuera designado primer ministro y que en su gobierno no hubiese ningún miembro del grupo mayoritario de la oposición: la Union Sacrée. Sobre Wa Dondo las informaciones son contradictorias si bien, según informes de las Naciones Unidas, Kengo Wa Dondo era considerado por la oposición como perteneciente a la familia del presidente, otras informaciones le consideran como un opositor moderado. Tanto en un sentido como en otro, la elección de Wa Dondo implicó un rompimiento total de la oposición, ya que no había consenso en torno a su figura.

Así, a través de su control sobre el ejército y gracias a las contradicciones internas de la oposición, Mobutu consiguió mantenerse en el poder. De forma que en 1995, el poder de Mobutu era total. Según el informe de la Comisión de Derechos Humans de las Naciones Unidas de enero de 1996, Mobutu administraba la política, controlaba la administración de las regiones y de la banca nacional, y los diputados de la familia del presidente (al frente de la que estaba él) eran mayoría al Alto Consejo de la República – Parlamento de Transición. A su vez, también controlaba las fuerzas armadas y los servicios de seguridad y policía que actuaban con total impunidad. Asimismo, Mobutu consiguió controlar el establecimiento del calendario electoral, posponiendo 2 años la convocatoria del calendario electoral previsto (que establecía a1995 com el año de la convocatoria de elecciones generales) y que finalmente no se realizó.

La transición política no se llegó a producir. Las esperanzas de la población de acabar pacíficamente con el régimen de terror y corrupción de Mobutu, y propiciar una transición que acabara con la elección de un gobierno democrático se deshicieron. En algunos ámbitos se señaló la connivencia de parte de la clase política opositora con Mobutu y sus partidarios. Estas sospechas que se extendieron a la población potenciaron el descontento de la población contra la clase política que no había conseguido democratizar el país.

1.1.4. El último año del régimen: la descomposición del poder de Mobutu

Durante 1996 el escenario político en la que estaba la República del Zaire era muy complicado. La problemática provocada por la negación del régimen de Mobutu en conceder la nacionalidad zaireña a aquellas personas consideradas de origen ruandés (tanto tutsis como hutus) provocó toda una serie de revueltas en los dos Kivus que produjeron una importante desestabilización política y social. A la conflictividad étnica y la desestabilización social generada al este del país se había de añadir la práctica impune de violaciones de los derechos humanos de la población zaireña por parte de las fuerzas de seguridad mobutistas y el descontento popular a causa de la falta de interés político por democratizar al país.

Respecto a la cuestión de la etnicidad y los problemas étnicosse puede decir que la situación de 1996 y años posteriores tuvo su origen en el irresuelto tema de la nacionalidad y el trato que del tema hizo el régimen mobutista. La tensión que se vivía en los Kivus por esta cuestión se acentuó con la llegadda, en 1994, de miles de refugiados ruendeses al país (entre los cuales había miembros de las antiguas Fuerzas Armadas Ruandesas e interahamwes, los conflictos entre éstas y las Fuerzas Armadas Zaireñas, la inestabilidad de la zona a causa de la situación política de Ruanda y Burundi contribuyeron a provocar y potenciar un clima de violencia y porque se unieron a toda una serie de problemes políticos, económicos y sociales preexistentes en Zaire.

A esta situación se ha de añadir el agravamiento, en 1996, del estado de salud de Mobutu, a que le habían diagnosticado cáncer de próstata. De hecho, en agosto de 1996, Mobutu se trasladó a Suiza para ser tratado de esta enfermedad y volvió al país a finales del mismo año. Su ausencia provocó, como señala la organización Asylumlaw, el declive de su autoridad. El relator especial para la República Democrática del Congo señalaba que el Zaire, durante 1996 y 1997, se craacterizó, en el ámbito político, por el caos y la anarquía reinante que ses materializaban en cambios de primeros ministros y de moneda.

En este contexto, se ha de precisar la creación, en octubre de 1996, de la Alianza de Fuerzas Democráticas para la Liberación del Congo-Zaire (Alliance des Fuerzas Démocratiques pour la Libération du Congo-Zaïre después conocida como Alliance des Fuerzas Démocratiques pour la Libération du Congo) también conocida como Alianza o por sus siglas: AFDL. La AFDL incorporó el descontento étnico (estaba formada por gran cantidad de tutsis) con un discurso antimobutista y de denuncia de las arbitrariedades del régimen.

La AFDL estaba compuesta por cuatro partidos:

El gobierno provisional zaireño, gravemente desprestigiado a causa de su incapacidad de poner en marcha un verdadesro proceso democrático, pero también desprestigiado a causa de la inestabilidad económica y política existente, hubo de enfrentarse a una rápida escalada de violencia a los Kivus propiciada por la ADFL. Esta «escalada de violencia» se definió en términos de «guerra de liberación» y tuvo graves consecuencias en materia de violaciones de los derechos humanos, asimismo se produjo la internacionalización del conflicto con la implicación en la lucha de los países vecinos.

Según las Naciones Unidas, «en la liberación» hubo dos guerras en una. Para uno de los aliados, los ruandeses—al frente de los cuales se situaba el Frente Patriótico Ruandés (que desde julio de 1994 dirigía Ruanda) el enemigo eran los refugiados hutus, considerados todos «genocidas». Para Kabila y los suyos (la AFDL), el enemigo era Mobutu y su dictadura (incluidos sus mercenarios). En este sentido, el objetivo de Kabila era arribar a Kinshasa y derrocar a Mobutu del poder, y, de esta manera, acabar con una dictadura que había comenzado en 1965.

Delante a la grave situación interior que sufría el país (el 25 de octubre de 1996 se declaróel estado de urgencia en el Kivu) y la posibilidad de internacionalización del conflicto (Mobutu acusó el 22 de octubre de 1996 a los ejércitos de Ruanda y Burundi de atacar al Zaire por la parte del Kivu), Mobutu al final de 1996 trató de redefinir el gobierno al frente del cual estaba Kengo Wa Dondo y se introdujeron algunos miembros de la oposición. Pero a pesar de estos movimientos de’última hora, una facción opositora antimobutista encabezada por Étiene Tshisekedi organizó una campaña de desobediencia civil en febrero de 1997.

El malestar y la desestabilización política dominaron todo el inicio de 1997. En unos momentos ya desesperantes (la AFDL rechazó el paln de paz sugerido por las Naciones Unidas) y visto el avance de las tropas de la AFDL y la consecuente desbandada de las FAZ (Fuerzas Armadas Zaireñas), Mobutu, presionado por la oposición radical, decidió nombrar como primer ministro a Étiene Tshisekedi, que duró sólo 8 días en el gobierno. En este periodo, Tshisekedi ofreció a la AFDL seis ministerios, entre estos los de Defensa y asuntos Exteriors. Los rebeldes rechazaron esta oferta.

En esta situación, Tshisekedi decidió anunciar que anularía la Constitución, disovería el Parlamento y establecería un nuevo parlamento de transición con los delegados de la Asamblea Nacional de 1992. Estos cambios no serían tolerados por Mobutu, ya que amenazaban directamente su poder, ya de por sí amenazado por el avance contínuo de la Alianza. De esta manera, el 9 de abril de 1997, Tshisekedi fue detenido y Mobutu nombró un general que ocupaba el cargo de ministro de Defensa desde 1996, el general Likulia Bolongo, como primer ministro. Este reunirá un gobierno formado por generales del ejército y por civiles partidarios de Mobutu. pero, el avance de los rebeldes por el territorio zaireño era imparable, a su paso irán cambiando las autoridades policíacas y militares, proscribirán la oposición mobutista e, incluso, firmarán contratos con compañías norteamericanas, entre ellas la America Mineral Fields Inc para explotar las riquezas minerales de Katanga (Shaba).

La vida política de Mobutu estaba casi en su fin y así se percibía en los medios internacionales. Mobutu estaba perdiendo la guerra. El 16 de mayo de 1997 Mobutu y los partidarios que todavía restaban en el Zaire dejaron Kinshasa para viajar a Togo y después a Marruecos. País donde murió Mobutu en setembre de 1997. El 17 de mayo de 1997, las fuerzas de la Alianza entran a Kinshasa y Laurent-Desiré Kabila se autoproclama presidente de la República Democrática del Congo. Es el final de una guerra que duró 8 meses.

La «guerra de liberación» que llevó a Kabila al poder estuvo precedida por innumerables violaciones de los derechos humanos cometidos tanto por las FAZ (Fuerzas Armadas Zaireñas) y sus aliados como por la AFDL y sus partidarios. Diversos informes de las Naciones Unidas, así como de ONGs como Amnistía Internacional o Human Rights Watch recopilan y denuncian estas violaciones. Las FAZ, que no presentaron una fuerte oposición en el avance de los «rebedels», saquearon y mataron civiles desarmados en su retirada. Las fuerzas de la AFDL también han sido señaladas como responsables directas de numerosas violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario. Naciones Unidas identifica a la AFDL y sus aliados como responsables de prácticas sistemáticas como matanzas o denegación de asistencia humanitaria a hutus ruandeses desplazados. Asimismo, milicias armadas como los interahamwes o los mai-mais cometieron también matanzas contra civiles desarmados desde 1996.

1.2. Historia constitucional

1.2.1. Primera República

La primera Constitución del Congo se hizo durante el periodo de la Primera República (1960-1965), y respondía, en parte, a las tensiones entre unitarias y federalistas. La Constitución de 1964 adoptada por referendum, en opinión de Michel Gaud, pretende instaurar un sistema casi federal en la reciente creada República Democrática del Congo. La fallida de este orden constitucional es atribuido a la multiplicación de los centros de decisión y a la insuficiencia escandalosa de un marco político común, que según Gaud, degeneró en una situación anárquica.

 

1.2.2. Segunda República

El 1967 Mobutu, que había tomado el poder mediante un golpe de estado en 1965, proclama la Constitución de la Segunda República, de carácter centralista, que se mantendrá, con todo y las modificaciones posteriores, hasta 1992. En 1970 se lleva a cabo una reforma constitucional que institucionaliza la práctica política: no hay competencia pluripartidista. En las elecciones legislativas sólo interviene el partido del presidente golpista Mobutu: el Movimiento Popular por la Revolución (MPR).

Durante 1970 se llevaron a cabo dos reformas constitucionales más, orientadas a institucionalizar los cambios propugnados por Mobutu. Entre estos cambios está el inicio de una práctica política conducida y dirigida por el mismo Mobutu, que tendrá como consecuencias más importantes el cambio de nombre del país, que pasará de ser República Democrática del Congo a ser República del Zaire, el cambio de los nombres cristianos por nombres locales, nacionalización de las empresas situadas en el país, etc.

En 1974 se volvió a modificar la Constitución. Respecto a las reformas realizades hay diferentes interpretaciones. Por un lado, se dice que formalmente tenían como objetivo propiciar los mecanismos necesarios para repartir la riqueza del Estado en los ámbitos político y social, pero el sistema generó toda una serie de contradiccions que acabaron con la imposición de un sistema fuertemente represivo. Por otro lado, se dice que las reformas se encaminaron a institucionalizar totalmente la fusión entre el partido de Mobutu (Mouvement Populaire pour la Révolution) y el Estado, de manera que se afirmaba en el artículo 29 de la Constitución que el MPR era la nación zaireña organizada políticamente.

En 1978 se llevó a cabo otra reforma constitucional por la cual se institucionaliza la función de primer ministro. Además, se alarga la duración del mandato del president de 5 años a 8, y se limita la reelección del presidente a una sola vez.

1.2.3. Conferencia Nacional Soberana

1992 será el año en que la Conferencia Nacional Soberana (CNS) emitirá una nueva Constitución al respecto de la cual se han articulado toda una serie de reflexiones. Esta Constitución habría de haber un representate un paso importante en el que se prevía como el comienzo de una nueva etapa en el país. Etapa caracterizada por la ampliación de la participación política en todos los partidos políticos y en la sociedad civil del Zaire. Con todo esto, la lucha por el poder que mantenían Mobutu y sus partidarios con esta nueva entidad vio sus frutos en un acuerdo con la oposición política que daría lugar al Acta Constitucional de la Transición (abril de 1994). Acta que fue reconocida por el gobierno, al frente del cual se situaba Mobutu, como texto constitucional y que tuvo vigencia hasta la toma del poder por Kabila en mayo de 1997.

El 6 de octubre de 1996, el Alto Consejo de la República – Parlamento de Transición adopta un nuevo proyecto de Constitución de la Tercera República. Este proyecto había de someterse a referéndum, pero este no llegó a hacerse nunca, así que el nuevo proyecto de Constitución no vio la luz. De todas formas, es interesante ver las concesiones que realizó la CNS frente a Mobutu y sus partidarios. Desde las Naciones Unidas seafirma que domina el punto de vista del sector presidencialista, de esta manera se aceptó que el régimen político fuera semipresidencialista y que el primer ministro fuerea elegido y nombrado por el jefe de Estado de entre una lista propuesta por la mayoría de parlamentarios. Asimismo, el primer ministro podría ser destituído por el presidente. Según el informe presentado por el relator de las Naciones Unidas, con este proyecto de Constitución se desnaturalizaba el sistema federalista que en un inicio había adoptado la Conferencia Nacional Soberana.

1.2.4. Normas constitucionales bajo el gobierno de Kabila

El 17 de mayo de 1997, el gobierno de Mobutu es definitivamente derrocado y en su lugar se alza un gobierno, el de la AFDL, encabezado por Laurent-Desiré Kabila.

Entre el 17 de mayo de 1997 y el 28 de mayo del mismo año, la única norma legal a la República Democrática del Congo eran los Estatutos de la Alianza. El 28 de mayo el gobierno de Kabila, con el decreto ley núm. 3 de 1997, anunció un programa constitucional por el cual todas las disposiciones constitucionales, legales y reglamentarias anteriores quedaban derogadas (incluyendo los acuerdos de la Conferencia Nacional Soberana. Este texto constitucional es calificado por el relator especial en la República Democrática del Congo como del más clásico carácter autoritario. Se organiza un sistema político en que el president de la República Democrática del Congo, Kabila, concentra el poder político y gobierna por decreto ley. De esta manera, la división de poderes no existe.

El 30 de marzo de 1998 se conoció un proyecto constitucional que se caracterizaba por no tener en cuenta los acuerdos de la Asamblea Nacional Soberana, por introducir un régimen unitario, por introducir el inglés como lengua nacional, suprimía el cargo de primer ministro y no solucionaba la problemática de la nacionalidad de los bañyamulengues (uno de los factores que estimuló la guerra de 1996.

En mayo de 1998 se establece una Asamblea Constituyente y Legislativa de la cual habría de salir una Comisión Redactora de la Constitución congoleña. Por decreto ley, el 21 de septiembre de 1998, se crea una Comisión de Reforma del Proyecto Constitucional, compuesta por miembros del gobierno y personas afines a Kabila. La Comisión tenía como misión proponer las leyes electorales, de partidos políticos y d’ONG. Jefe de las nuevas organizaciones creadas tendrán el reconocimiento público de la población ni credibilidad nacional. En octubre del mismo año se presentaron las proposiciones de la Comisión de Reforma del Proyecto Constitucional a Kabila, presidente de la República y única persona que podía tomar decisiones sobre eso.

El texto resultante de estas operaciones es un borrador de Constitución que, según el informe del relator especial de la Comisión de Derechos Humanos de febrero de 1999, «consagra un régimen parlamentario reforzado, en el cual el presidente nombra y revoca al primer ministro y un Parlamento bicameral. El Estado es básicamente unitario, aunque las provincias tienen importantes atribuciones, que eligen a sus gobernadores y asambleas provinciales. [...] El Consejo Superior de la Magistratura es reemplazado por una Haute Autorité Judiciare, encabezada por el presidente de la República.... La Constitución consagra estado de excepción con un amplio margen para la arbitrariedad». Sin embargo, el borrador de Constitución no ha sido, como se tenía previsto, objeto de algún referéndum por parte de la población. Por tanto, aún no rige.

| Volver índice Sistema Político | Índice RD Congo | Volver índice Datos |