La Objeción fiscal

Asamblea de Insumisos/as de Barcelona

En el año 1982, durante el Gobierno de Calvo Sotelo, se aprobó en el mes de julioen el Parlamento la llamada Ley de dotaciones Presupuestarias para Inversiones y Sostenimiento de las Fuerzas Armadas, que pretendía homologar las fuerzas armadas españolas con el resto de los países de la OTAN. Fruto de esta ley, prorrogada hasta el año pasado, la Asamblea Andalusa de la No-violencia lanza la primera campaña de objeción fiscal en 1983. En el año siguiente se agregan otras instituciones pacifistas de todo el estado español. En Cataluña, Justicia i Paz, la CCDT y el Movimiento de Objeción de Consciencia son las instituciones promotoras de la objeción fiscal.

Durante estos años, y sin entrar en especulaciones sobre el número de objetores y cantidadaes dducidas y reclamadas, la objeción fiscal ha ido creciendo y ha podido establecer una red en todo el estado español que cada año reúne alrededor de 1.500 personas (más de 200 en Cataluña) que tengamos conocimiento directo. Son diversos, pero, los motivos de nuestra denuncia, ya que no sólo se centra en el gasto militar, sino en lo que podríamos denominar el proceso de militarización de la sociedad, donde el ejército se nos quiere presentar como un servicio social necesario, como en bienes sociales que aportan riqueza y prestigio pero en el país con todo lo que hay en su entorno: la industria armamentística, el comercio y la investigación de nuevos armamentos, la OTAN, la UEO... En los últimos tiempos hemos asistido a un bombardeo mediático por parte del Ministerio de Defensa para promocionar la "profesionalización" del ejército: publicidad en la calle, campañas en colegios, institutos y universidades; exaltación de lo que ellos llaman intervenciones humanitarias... manipulando el lenguaje y presentando al ejército como el garante de la paz cuando en realidad representa, junto con los desequilibrios económicos, su principal amenaza.

Es por todo eso que hoy, cuando los presupuestos militares suponen un gasto de más de 6.000 millones diarios y con la perspectiva de un incremento considerable de este gasto en los próximos años, que la objeción fiscal tiene más vigencia que nunca como una herramienta de denuncia y de protesta del movimiento antimilitarista. La objeción fiscal suponea una actuación a largo plazo con una doble finalidad de notable capacidad pedagógica: la de protestar para el nivel de gastos militares y la de permitir un compromiso directo y personal de rechazo. No es tanto el hecho de los dineros que mueve como el posicionamiento que representa en contra del militarismo en todos sus aspectos.

Como se hace la objeción fiscal?

La objeción fiscal se concreta en el impreso que suministra la Agencia Tributaria para hacer la declaración de renta. Una vez calculada la cuota íntegra del importe, es decir, los dineros que nos tocaría pagar de impuestos, se hacen las deducciones de esta cuota en función de los hijos, gastos de enfermedad, habitación, seguros, donativos, etc., el resto da como resultado la llamada cuota líquida y es esta cantidad la base del cálculo del porcentaje d objeción fiscal en función de los gastos del Ministerio de Defensa sobre el total de los presupuestos del estado. Si suponemos que nuestra cuota líquida es de 100.000 pesetas y los gastos militares del 5 %, el importe de nuestra objeción será de 5.000 ptas. Este importe lo pondremos en una de las casillas que hay a continuación, utilizando alguna de las que no se utilizan, como el apartado de pagos a cuenta, escribiendo: "para objeción fiscal... 5.000 ptas". En cuentas de un tanto por ciento sobre el importe de la renta también se puede poner una cuota fija que para 1999 se ha fijado 10.000 ptes., esta puede ser una cantidad orientativa.

La otra modalidad de objeción fiscal es la que denominan de Cuota Cero, pensada para aquellas personas que no hacen la declaración de renta por el motivo que sea. Esta modalidad tiene en cuenta el hecho que el impuesto de la renta representa tan sólo un 20 % sobre los impuestos recogidos por el estado, el 80 % restante se obtiene a través de impuestos indirectos en cualquiera producto de los que compramos, y consiste en entregar una declaración de la renta en blanc donde tan sólo se reclama al estado una cantidad fija -10.000 ptas., también orientativa- en concepto de impuestos indirectos.

Tanto en un caso como en el otro, con la declaración de la renta adjuntamos un impreso dirigido al delegado de Hacienda donde exlicamos los motivos, el apartado donde hemos hecho la objeción fiscal y también el recibo o la copia de la transferencia bancaria conforme los dineros de la objeción fiscal la hemos donado a un proyecto alternativo.

Los dineros que desviamos se ingresan en algún proyecto alternativo, ONG, etc. Desde la Asamblea de Objeción Fiscal cada año se proponen un par de proyectos, pero se anima a las personas objetoras a depositar los dineros en aquel proyecto que sienten más cerca. Los proyectos para 1999 son, por un lado, uno de apoyo a los colectivos de la zona de Las Bardenas por el desmantelamiento de los campos de maniobras militares y, pot otro, un proyecto internacional de ayuda al Chad. Hasta ahora, con los dineros recogidos en anteriores campañas se han cubierto con creces los gastos para tirar adelante diversos proyectos de los propuestos, algunos de los cuales han sido:

- 1994 Apoyo a los objetores de consciencia del Paraguay
- 1995 Ayuda a los desertores de guerra de yugoslavia y contra el reclutamiento forzoso en Guatemala
- 1996 Apoyo a los objetores de consciencia de Turquía
- 1997 Movimiento Juvenil de Barrancabermeja (Colombia)
- 1998 Ayuda a las comunidades indígenea en Chiapas y maestros itinerantes en Colombia

Servicio de Información para la objeción Fiscal

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